co.adopte.app

co.adopte.app

¿Quién dijo que el amor duele?

Nos criamos en un mundo que insiste en que el verdadero amor, el pasional, duele. Desde la industria del cine, las publicidades, los comentarios de tus amigas, todos naturalizan que para ser amada es necesario tener un fuego que, aparentemente, sólo se puede encender a partir de peleas y reconciliaciones constantes.

“El mejor romance siempre va a ser como tus tacones preferidos, los usas porque te encantan pero sabes que te hacen sufrir”, me dijeron una vez y, sin entender bien por qué, supe que algo estaba mal. ¿Por qué un amor sano tendría que ser aburrido, casi indeseable?.

Lo irónico es que si hay algo peor, mucho peor, para esta sociedad que una pareja que te lastima, es no tenerla. Entonces es mejor convencerse que es así, que el amor te puede dañar pero es preferible tenerlo a estar sola porque, hermana, la soledad según nuestros tiempos, es terrorífica.

De esto hay que romper dos estereotipos: el primero, si sufres por alguien que no te corresponde, ¡aléjate!, soltar una relación conflictiva es quererte a ti misma, es hacerte fuerte.

No vas a encontrar ningún fuego más lindo que la chispa que surge entre dos personas que se entienden, se apoyan y se acompañan (aunque también van a tener sus discusiones, son parte del crecimiento como pareja y una manera de conocerse, pero no una rutina).  

En segundo lugar, es necesario comenzar por no temerle a la soledad. Es la única que te va a permitir escucharte a ti misma, a conocer tus gustos, tus creencias, tus ideas. La soledad es linda. Por eso, hasta que llegue ese compañero que te cuide, ame y complemente, aprende a disfrutarla.

me inscribo
back to top