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Las 5 obras de arte más eróticas de la historia

¿Quieres conocer un secreto sobre las obras de arte? ¡Shhh! No se lo digas a nadie, pero son más hot de lo que piensas. ¡Oh sí! Mucho antes de que el sexting y las nudes se pusieran de moda, artistas como Picasso, Hokusai o Schiele plasmaron la intimidad y la sexualidad en el lienzo, escandalizando a unos y despertando los sentidos de otros.

Intrigados por este tema, en AdoptaUnMan decidimos preparar una colección de obras eróticas. Así nació nuestra pequeña galería, en la que les presentamos cinco obras de arte extremadamente sensuales y provocativas.

Amor i Psyche, Antonio Canova

Mirando la escultura clásica del artista veneciano Antonio Canova, da la impresión de que el poder del amor revive a los muertos en un gran himno artístico al deseo. Canova es quizás el único artista que logra dar a sus obras de mármol, un carácter excepcionalmente sensual. En esta escultura, en la que los cuerpos desnudos de Cupido y Psique están llenos de erotismo y su abrazo de ternura, demuestra que el amor lo conquista todo.

Amor i Psyche, Antonio Canova, 1793

Júpiter e Ío, Correggio

El cuadro del pintor italiano Correggio, que data de alrededor de 1530, hace referencia a un conocido mito griego en el que el dios Júpiter se transformó en una niebla azul para evitar las sospechas de traición de su esposa. El pintor, sin embargo, transforma este mito en una fantasía erótica. La mujer desnuda está representada en el abrazo de un fantasma azul que la acaricia. La protagonista está derretida ante estas caricias y su rostro lleno de deleite celestial.

Júpiter e Ío, Correggio, 1532

El sueño de la esposa del pescador, Hokusai

El carácter erótico de esta obra no deja ninguna ambigüedad. La pintura de Hokusai Katsushika, que también es un excelente ejemplo del arte japonés del shunga, muestra a la esposa de un pescador que fue atrapada por dos pulpos mientras recolectaba perlas. El más grande de los octópodos envolvió el pálido cuerpo desnudo, dando placer erótico a la protagonista.

El sueño de la esposa del pescador, Hokusai, 1814

Los Amantes. Hombre y mujer, Egon Schiele

Schiele retrató a mujeres y hombres no solo con deseo y adoración, sino también con una apertura increíble, lo que hace que su arte sea extremadamente erótico. En este caso, el creador austriaco decidió presentar a una pareja. La representación de dos cuerpos desnudos entrelazados esconde no solo pasión y tensión erótica, sino también devoción y ternura.

Los Amantes. Hombre y mujer, Egon Schiele, 1917

Doncellas de Avignon, Pablo Picasso

Picasso estaba obsesionado con las mujeres y el sexo. Desde el inicio de su carrera hasta su declive, creó obras eróticas tan apasionantes como controvertidas. Prueba de ello es la famosa pintura primitiva de cinco empleadas desnudas de un burdel de Barcelona. Con sus formas femeninas poco convencionales y miradas perspicaces, la obra es una versión proto-cubista del erotismo.

Doncellas de Avignon, Pablo Picasso, 1907

Frenesí de júbilo, Podkowiński

Esta obra emblemática de Podkowiński es sin duda el acto más famoso del arte polaco. La composición monumental representa a una mujer rubia desnuda sobre un caballo negro agitado. La heroína de la pintura monta al animal a pelo, abrazando su cuello, sus ojos están cerrados y su cabello alborotado entrelazado con la crin del caballo. Hasta el día de hoy, sigue siendo un misterio quién era la mujer retratada. Sin embargo, se sabe que en la mañana del 24 de abril de 1894, poco antes del final programado de la exposición, Podkowiński apuñaló a su trabajo con 16 golpes de cuchillo.

Frenesí de júbilo, Podkowiński, 1893

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