Cómo disfrutar abiertamente de tu sexualidad
¿Quieres vivir y disfrutar plenamente de tu sexualidad? Pues no hay secreto, el conocer tu cuerpo y atreverte a probar cosas nuevas es la clave, y no es difícil. Si no sabes por dónde comenzar, no te preocupes, ya que en adopte te damos 7 consejos infalibles para lograrlo. Así que saca papel y lápiz (o las notas en tu cel) y apunta, ¡que habrá examen práctico!
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Explora tu cuerpo
Conocer tu cuerpo y las zonas que te hacen vibrar es básico. Aunque aún existan ciertos tabúes al respecto, es importante que sepas que no tiene nada de malo masturbarse. Saber qué te gusta y qué no, te dará libertad y seguridad al tener relaciones.
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La actitud
La actitud es otro punto importantísimo. Deja las convenciones, la timidez y el miedo de lado. Conviértete en toda una seductora. Sorpréndete a ti misma y a tu chico con un mood sensual. Siéntelo y disfrútalo.
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Toma la iniciativa
Desinhíbete y da el primer paso. No te limites, demuestra tu deseo. Si tienes ganas de algo en específico o de probar otras cosas, como alguna posición nueva, díselo a tu chico. Propone y dispone ;)
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¡Vístete para el sexo!
¡La lencería es para ti! Utilízala y saca tu lado más sexy. Siéntete sensual y afírmate, seguro tu chico se derrite.
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¡Diviértete!
Déjate llevar y divertirte. Te recomendamos los juegos de roles, ya sea de sumisión o dominación y con disfraces. Te aseguramos que con esto encenderán motores y pasarán un momento erótico, pasional y divertido. ¡Grrr!
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Shopping en pareja
Ve con tu chico a una sex shop, seguro les dará algunas ideas y saldrán con uno que otro juguetito listo para usar. Recuerda que los prejuicios se dejan de lado.
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¡Aprende a variar!
Identifica el orgasmo, intenta nuevas posturas para lograrlo. Esto te ayudará a descubrir las que te gusten más y al ponerlas en práctica, a ganar confianza en ti misma. Lo que te llevará sin duda a vivir tu sexualidad plenamente.
Lo normal es que si es la primera vez que haces algo fuera de lo habitual estés nerviosa y seguro te rías con tu pareja, pero eso no es necesariamente malo. ¡Rompe la rutina y deja que lo inesperado suceda!
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